PIÈNSALO

Centrémonos en un detalle de esta historia, “y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra”. (1 Sam. 17:49) este episodio marca la importancia de lo que ocurre en nuestra mente, hay un libro súper conocido que se refiere al tema y sin duda cientos de veces hemos oído que debemos pensar bien.

Negativismo, desánimo, mala actitud, reactividad o con conflictos sociales, entre otros, son muestra de alguien con cientos de pensamientos enredados, heridas y momentos sin resolver, sus pensamientos están influenciados por el pasado y por emociones. No se trata de tener una actitud positiva forzada o una pose de campeón -infalible para que todo funcione. Se trata de ser consciente de lo que estás pensando, ¿qué te hace ver tan mal las cosas? ¿Te paso algo antes que te hizo desconfiar? ¿Estoy enfocado o recordando? piénsalo

si nuestros gigantes son pecados que no hemos podido vencer es en nuestra mente donde comienzan, muchas veces el enemigo ni siquiera tiene que meterse porque el problema se encuentra en nuestra cabeza, adoptamos hábitos, reacciones a raíz de pactos internos, para protegernos, porque es como siempre lo has hecho o nos cuesta aprender otra manera, lo hemos intentado y no funciono…. y la lista podría continuar. ¿Cómo te sentirías al lograr vencer algo que no te agrada? ¿Valdría el esfuerzo de sacar esos patrones de tu mente y ser quien quieres ser?¿te gustaría mejorar día a día? Piénsalo

Otra veces tenemos en nuestra vida temores que no nos permiten superarnos y lograr nuestros sueños quizás alguien nos dijo que nunca lograríamos llegar a nuestras metas, o sin que nadie lo diga tememos a lo incierto, al dolor, al ridículo, al fracaso, a lo desconocido, al rechazo, ano saber que hacer o cómo reaccionar y una vez más la lista sería inmensa pero el antídoto es el mismo ¿serias feliz con todo seguro? Hoy tienes cosas “seguras” y aun así te quejas o no disfrutas, ¿no sería mejor aventurarse y morir en el intento que morir sin intentarlo? Piénsalo

La lista de posibilidades y razones puede ser también gigante. Pero el antídoto es solo uno, llenar nuestra mente con la palabra de Dios, Jesús es la garantía que tener una mente sana, nos hace el camino, enfocados y con visión, sin reparar en lo pasado porque ya paso, y sin temor al futuro porque está en EL, nos ha prometido entre muchas cosas que está con nosotros y que sus planes son mejores. Como siempre lo hemos dicho no nos enfocamos en el gigante, nos enfocamos en como Dios lo ve, es en nuestra mente donde comienza todo así es que el cambio debe comenzar por la mente. CULTIVA LA MENTE DE CRISTO Y AHORA SOLO PIENSALO